Como fuego que quema
cuando hay necesidad de frío, así es tenerte cerca pero no hablarte. Como
tierra árida que ya no soporta la falta de humedad se vuelve mi corazón.
Así es la casa en
esos días de mucho ruido, de mucha gente; pero dónde los rostros no se miran y
las voces desaparecen.
Como una vela
encendida debajo de la lluvia su luz se apaga drásticamente, la oscuridad no
deja a nadie avanzar y lleva los pasos directo al precipicio.
Así es en esos días
cuando la neblina esconde el resplandor del sol y aunque sigue ahí, ya no
escucha palabras de admiración ni extrañan su calor.
Como aves que vuelan
a otros lugares para poder beber y comer y a la voz de su cansancio pareciera
que nadie atienda.
Así es el hombre en
esos días cuando su boca se cierra delante de su creador y no se acerca; así se
queda sin fuerzas.
El es mi fortaleza..
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