Desde mi ventana el cielo parece estar cerca y cada estrella hace piruetas titilando enamoradas.
Ellas celebran el amor de su Creador, pues, se tomó el tiempo de colgarlas en ese velo negro y elegante donde se asemejan a puntos brillantes admirables e imposibles de enumerar.
Al tiempo que detallo ese cuadro maravilloso el mismo cielo habla como si dijera:"Tranquila, deja de preocuparte".
Quedo abismada pensando en el dedo que las diseñó tan perfectas y al instante se borran las lágrimas que caen de decepción.
Afortunadamente me doy cuenta que desde mi ventana también puedo ver a Dios.
Meligsa Funes
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