Mis ojos tienen la mala costumbre de buscar los tuyos hasta encontrarlos.
Allí, en ese lugar,
un innegable paraíso desborda belleza;
donde las miradas se acarician una a la otra con sutileza,
contagiando candor,
se buscan y se aman sin temor.
Ese lugar es el que quiero habitar perennemente,
el lugar donde la calma se exhibe libremente,
allí se olvidan las inconsistencias propias de la vida,
esas,que pensamos, a veces no tienen salida.
El lugar donde siempre preciso estar,donde sólo tengo tiempo de admirar: el paraíso de tus ojos complacientes.
Meligsa Funes
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