Al oír
el sonido frágil de la lluvia, con sus colores opacos y sin luna,
con sus ruidos
incesantes y sin sol, aflora en mi mente un pensamiento: tu existencia.
Y está
presente en cada trueno parlante y en cada rayo hiriente de la naturaleza
el recuerdo
que se escapa del silencio del amor: tu sacrificio.
Colores danzantes
en el agua se mezclan con el desfile de olores del frío invierno
y surge
de nuevo lo que no se olvida: pensar en
ti.
Y es que la
lluvia es tu reflejo convertido en agua.
By Mel Funes
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