Un paso
a la vez.
Quizás
dos, quizás tres; no importa.
Propuse
continuar esta caminata prodigiosa de la vida.
Me
detiene tu mirada, los carros que pasan, el aroma de la brisa
Y el
canto de aquella ave.
Me
detiene el azul del cielo, la señora de la esquina,
esa suculenta comida
esa suculenta comida
Y
aquella lluvia cristalina.
Me
detiene el beso de la mañana y una oración en la madrugada,
Un
abrazo que esperanza y la voz que da
confianza.
Me
detienes tú con tus palabras para endulzarme el alma,
Aligerando
mis pasos con tanta calma
Y ver
los colores de las trinitarias.
Y me
detengo por no correr.
No puede ganar siempre la prisa.
Me
detengo para aprender y entender las huellas.
Me
detengo para admirar tu sonrisa y reír contigo.
Me
detengo en esta carrera para no olvidar lo vivido
Y
recolectar memorias junto a los sueños florecidos,
Como un
caminante que agradece haber recorrido el camino.
Meligsa Funes
Pues sí..., así paseo yo, sin prisas, distraída, mirando, disfrutando, pensando, recordando.
ResponderEliminarPorque lo contrario, correr, es ver pasar la vida sin saborearla, sin sentirla, entonces, la vida se nos escapa por más cosas que hagamos.
Así es. Disfrutando cada momento a nuestro paso. Gracias por tu comentario. Espero puedas seguir pasando por aquí. :)
Eliminar